Compras compulsivas ¿sos victima?

A quién no le gusta el rico aroma de una prenda recién comprada, o el brillo de unos zapatos nuevos, o el suave tacto de una manta que recién toca la cama. Pero, qué pasa cuando nos llenamos de objetos innecesarios y no somos capaces de controlar nuestros impulsos?

La publicidad apela directamente a nuestras emociones de un modo del que no siempre somos conscientes. Cuando compramos por impulso, haciendo caso sólo a esa parte emocional, puede que acabemos llevándonos a casa algo que no necesitamos.

A pesar de ello, no hay de qué preocuparse, si te gusta ir de compras no quiere decir que padezcas de oniomanía (adicción a las compras) siempre y cuando consigas mantener el control de la situación.

Te damos algunos consejos para no comprar demás:

  • No improvises, planea tu compra: Haz una lista de lo que quieres. Toma conciencia y reflexiona sobre lo que verdaderamente necesitas.
  • No compres cuando estés triste: No sustituyas una emoción porque las cosas no reconfortan. Lo descubrirás en cuanto lo hayas pagado.
  • Haz un presupuesto: Sal de casa con el dinero contado parece elemental pero el 85% de las familias no sabe exactamente cuánto gasta cada mes, según un estudio del Observatorio del Consumo, solo el 11% analiza con regularidad la gestión de la economía familiar y únicamente el 9% se esfuerza en prever y planificar.
  • Regla de 30 días: “No puedo comprar nada (excepto necesidades) hasta que haya pasado un periodo de espera de más o menos un mes”. Poné esta recomendación en diferentes lugares como un espejo, la habitación, la puerta de la heladera… y, así, cuando tengas ganas de comprar algo, tendrás que esperar este tiempo. El truco de ésta recomendación está en que muchas veces el impulso habrá pasado y simplemente te darás cuenta que no era una necesidad. ​

No te autoengañes:

  • Por ejemplo, cuando estamos en un restaurante caro tendemos a fijarnos más en las sutilezas de los sabores para poder justificarnos el sobreprecio que pagaremos.
  • También solemos justificar determinados gastos diciendo que lo hacemos por nuestros seres queridos cuando en realidad es para nosotros.
  • Otras compras las justificamos por razones prácticas cuando es un capricho, por ejemplo un bolso más grande.

Un estudio publicado en 2015, concluye que entre los sujetos evaluados, las mujeres muestran una actitud más compulsiva en el momento de realizar compras innecesarias, y describen sentir emociones más placenteras e intensas en comparación a los hombres. Mientras que otro estudio, demostró que entre el 80% y 92% de casos estudiados se dan en mujeres que rondan los 30 años de edad.

Si crees que estas recomendaciones pueden ser útiles, es posible que estés gastando de más y/o por impulsos que pueden derivar en un mal hábito o una enfermedad.

Prevení una enfermedad: oniomanía

La adicción a las compras se produce cuando ir a comprar se convierte en una necesidad, dejando de ser una actividad lúdica o para solventar una carencia. La compra compulsiva u oniomanía, se trata de una adicción que provoca al sujeto comprar por comprar, siendo incapaz de controlar los impulsos.

La adicción a las compras puede provocar problemas familiares, de pareja o laboras, así como endeudamientos, mentiras o robos, debido a los impulsos incontrolados por poseer un artículo.

¿Se puede tratar?: Si!

¿Qué especialista lo trata?

El trastorno de adicción a las compras debe ser tratado por un especialista en Psicología o Psicoterapia.

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